
TWEETS
Sobre el(la) dietista-nutricionista clínico(a)
Los perfiles de dietista-nutricionista incluyen muchos campos, entre ellos el/la D-N Clínico/a (hospitalario, centro de salud, consulta privada…)
Asociaciones de pacientes de cáncer, diabetes, celiaquía, corazón, disfagia, etc. reclaman atención dietética en hospitales y centros de saludo por parte de dietistas-nutricionistas.
No hay D-N en todos los hospitales, ni siquiera en todos los de referencia y en el propio hospital donde los hay, no están accesibles a todos los pacientes, sólo a alguna especialidad. Son necesarios.
La atención de D-N en la privada es solo accesible para aquellos que pueden pagarla, en detrimento de la población que no puede hacerlo. Con ello se pone en riesgo la equidad en el acceso a una mejor asistencia sanitaria.
Los/as D-N que logran incorporarse al sistema sanitario público pagados con fondos de los propios centros asistenciales o mediante becas dependientes de terceros han de trabajar también en el sector privado, para completar su sueldo.
Los estudios concluyen que por cada 1 euro invertido en tratamiento dietético, se ahorrarían 4 euros en otros cuidados de la salud, del gasto sanitario.
Los/as D-N están incluidos en el sistema de atención sanitaria pública y gratuita en la mayoría de países. En España, avanzamos demasiado lentamente.
Para revertir la tendencia de carga de enfermedad atribuible a factores dietéticos, se necesitan acciones a todos los niveles: político (legislación), económico (la industria) sociales (en educación, a nivel individual y profesional)
Los/as D-N en el Sistema Nacional de Salud aseguran una atención de calidad a toda la población de forma equitativa, no sólo a los que se lo pueden permitir.
La atención por parte de dietistas-nutricionistas no debería ser un privilegio. Queremos estar en Sanidad Pública y llegar a toda la población. Los peores patrones alimentarios se detectan en la población de menos recursos.
La inclusión de D-N en el Sistema Nacional de Salud genera un ahorro en costes sanitarios derivados principalmente de una menor estancia hospitalaria y menor necesidad de uso de nutrición parenteral.
El/la D-N que trabajan en Atención Primaria ahorran al sistema de salud 5,8-105 euros por cada 1 euro gastado en la intervención dietética.
El principal factor de riesgo de pérdida de años de vida es atribuible directamente a patrones de consumo de alimentos poco saludables.
El 90% de Dietistas-Nutricionistas según encuesta, trabajan en sanidad privada. ¿Para cuándo en la pública?
El 75% de las/os dietistas-nutricionistas se gradúan en universidades públicas, pero su salida profesional es en el sector privado o migrar a otros países, sin posibilidad de hacerlo en el sector sanitario público, al no estar incluido en general en su cartera de servicios.
A La falta de D-N en el sector público alimenta la falsa y contraproducente creencia de que pagar es igual a tener una atención de mayor calidad, más exclusiva o personalizada.
Los programas de pérdida de peso que incluyen a un/a dietista-nutricionista registran mayor eficacia y menos coste.
La intervención dietética tiene impactos estadística y clínicamente significativos en la salud de personas con obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes y desnutrición en adultos mayores.
Frenar la desnutrición hospitalaria solo es posible con dietitas-nutricionistas en los propios hospitales.
Según el Informe Global de Enfermedad el patrón alimentario actual contribuye de forma significativa en el aumento de enfermedades cardiovasculares, del sistema circulatorio, cánceres, diabetes, enfermedades urogenitales, sanguíneas y endocrinas.
Nuestra profesión de dietista-nutricionista, regulada desde 2003, no goza todavía de la creación de la categoría profesional correspondiente en todas las Comunidades
Con dinero público en universidades públicas se está formando a D-N que mayoritariamente ejercerán en consulta privada, a la que acudirá solo aquella población que pueda pagarse el acceso a asistencia sanitaria privada.
Los/as D-N de España que trabajan en el sector privado cubren una atención que la sociedad necesita, ante la deficiencia del Sistema Nacional de Salud.
La inclusión de dietistas-nutricionistas en sanidad pública tiene un efecto positivo en términos coste-eficacia.
La inclusión del/la D-N en los equipos interdisciplinares aumenta la eficacia de los tratamientos.